En 1995 descubrieron que algunas cepas producían uvas cuyo sabor era muy diferente al de las plantas de alrededor. Producían una sensación de plenitud, de volumen, con registros más próximos a un vino que a una uva. Dos años después, elaboraron el primer Cirsion, que no salió al mercado y comprobamos que con una corta crianza, alcanzó un nivel de sedosidad increíble y una complejidad frutal fuera de lo común. Cada vendimia recorren los viñedos buscando esta curiosa rareza natural y así, una entre mil, se recogen las uvas de Cirsion.
Durante el ciclo vegetativo de 2016 hubo una precipitación total de 409 mm, distribuida en los
meses previos a la brotación.
Al final del ciclo, en el mes de septiembre, hubo una subida significativa de las temperaturas, con una
tormenta, lo que favoreció la maduración.
Un año de perfecta maduración, con influencia mediterránea y grandes vinos.
Selección de racimos de diversas parcelas. Aplicación de investigación propia sobre polimerización de taninos y antocianos.
Fermentación en tinas de roble francés con control de temperatura. Maloláctica en barricas de roble francés.
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